Uvas propias del viñedo Santa Ana, corresponde a un cuartel de casi 2,000 plantas de suelo granito arcilloso. Cosechamos en marzo del 2020, 1 mes en contacto con sus pieles y luego todo el invierno en barricas viejas. Embotellamos en septiembre del mismo año y le dimos 4 meses de botella para lanzarlos en Enero del 2021.
Levaduras nativas, sin filtrar y con SO2 aplicado en muy baja dosis sólo para el embotellado.
Buscamos estructura y complejidad acompañado con las bases típicas de nuestra zona, las notas a membrillo cocido, duraznos, cáscara de naranja y varias capas más.
Vale la pena decantarlo al menos 5 minutos y ojalá servirlo en copa borgoñona.
Sólo 900 botellas.